Las limpiezas dentales son fundamentales para mantener la salud dental y de las encías. Aunque un cepillado minucioso, limpieza con hilo dental y utilizar enjuague bucal con flúor en casa es una parte significativa del régimen de cuidado oral, visitar regularmente al dentista es también valioso. Los profesionales dentales utilizan una variedad de técnicas de limpieza dental que sólo pueden ser realizadas en un consultorio dental. Además, sólo los dentistas con licencia y los higienistas dentales con licencia que trabajan bajo la supervisión de un dentista, pueden realizar tales limpiezas dentales. Los dentistas con licencia deben completar cuatro años en la escuela dental, mientras que los higienistas dentales por lo general completan un programa de grado asociado de dos años.

Limpiezas regulares

Debes hacer que te limpien los dientes de manera profesional por un dentista o un higienista dental cada seis meses. Una limpieza general de dientes involucra la remoción de placa y sarro de los dientes. La placa es una sustancia suave y pegajosa que se forma y adhiere a los dientes cuando comes alimentos. El sarro, también conocido como cálculo, es la forma endurecida de la placa. Aunque puedes remover la placa cepillándote los dientes dos veces al día y usando hilo dental una vez al día, no puedes eliminar el sarro por tu cuenta. Como resultado, un higienista dental con licencia debe raspar el sarro utilizando un raspador, particularmente en forma de hoz, que remueve grandes cantidades de sarro encima de la línea de la encía; así como uno en forma de cincel que remueve el sarro en el área de contacto de los dientes frontales. Este tipo de limpieza general usualmente requiere una sola visita al consultorio del dentista.

Desbridamiento

Un desbridamiento total es otra técnica de limpieza dental. El higienista dental utiliza un dispositivo raspador ultrasónico con una pieza de mano y una punta para remover el sarro rápidamente de los dientes. Esta técnica involucra la conversión de ondas de sonido de alta frecuencia en energía mecánica en forma de vibraciones rápidas en la punta del instrumento. La punta rocía agua para detener la acumulación de calor y para eliminar las bacterias de la bolsa de la encía durante la limpieza.

Raspado

El raspado y cepillado de las raíces, también conocido como limpieza profunda, es otra técnica de limpieza dental. A diferencia de las limpiezas generales dentales, las limpiezas profundas permiten al higienista dental raspar el sarro debajo de la línea de la encía. El higienista utiliza raspadores de hoz y cincel así como de azada, el cual remueve cálculos pesados en el interior de las mejillas y en la superficie de la lengua detrás de los dientes. Sin embargo, el higienista además va debajo de la línea de la encía, utilizando curetas para deshacerse del sarro y para suavizar los puntos ásperos de las raíces de los dientes. En una limpieza profunda, los higienistas también remueven el tejido blando del recubrimiento enfermo de la bolsa de la encía alrededor de los dientes. El dentista debe suministrarte anestesia local antes de comenzar el procedimiento. Este tipo de limpieza generalmente requiere de dos a cuatro visitas al consultorio.

Limpieza láser

Otra técnica de limpieza dental es la limpieza láser. Los dentistas utilizan láser cuando el sarro se descubre muy profundamente debajo de la línea de la encía durante una limpieza general de dientes. Después de anestesiar la bolsa de la encía, el dentista alcanza una parte muy profunda dentro de la bolsa con un láser para eliminar el sarro. El láser básicamente rompe el sarro y permite que se limpie, de este modo se logra que el tejido de la encía sane.